El control del fuego era una de las cosas más importantes de
la vida en el chozo. En el centro
del chozo se hacía la lumbre, o sea el fuego con el que se cocinaban los
alimentos y se calentaba el ambiente en época de fríos. En lo alto del interior del chozo se
colocaba un hierro con una cadena muy larga que tenía un gancho en la punta,
del cual se colgaba el caldero donde se cocían las patatas u otros alimentos.
De la cadena también se colgaba el candil de aceite con el que se alumbraba el
interior del chozo por las noches. Se colocaba en este sitio porque era el
lugar más seguro para tratar de evitar un incendio. En el suelo y alrededor del
fuego se ponían los pucheros con agua para calentarla y poder hacer el café o
cocer los garbanzos o los chiches.
El cabrero
El chozo era muy importante para el cabrero cuando llegaba
por las tardes del pastoreo con las cabras, después de haber pasado días crudos
de frío, nieve, lluvia o viento. Llegaba el cabrero al chozo después de haber
encerrado las cabras en el corral y haberlas colocado a todas en su sitio, como
tienen la costumbre de hacer las cabras. En el chozo esperan al cabrero su
familia y después de saludarles la familia le invita al café calentito que
tienen preparado, lo cual agradece después de haber pasado un día tan malo. Con
ese café se quitará el frío de encima y entrará en calor. Toma el café con un
poco de conversación, mientras las cabras descansan cada una en su sitio
Los cacharros
Para vaciar la leche ordeñada que se llevaba al chozo en el
invierno. Una vez que llega la leche al chozo se la cuela y se vierte en un
baño de cinc y se la deja un poco de tiempo hasta que coja la temperatura
adecuada.
Queso de cabra
Cuando
pasa cierto tiempo con el cuajo en la leche, se quita el paño que cubre el baño
y con un trozo de paja de escobase va pinchando en la cuajada para saber si ya
está toda la leche cuajada. Si ya está toda cuajada, se inicia el proceso de
elaborar los quesos... Lo primero que se hace es preparar el escurridor, que es
una tabla de madera que termina en triángulo con una escurría en el medio.
Encima de la tabla se ponen los cinchos, que son redondos de madera de fresno
muy delgada y fina y con agujeros para que salga el suero por ellos. También
tienen un palito sujeto con una cuerda para agrandar o achicar el tamaño del
cincho de acuerdo con el tamaño del queso que se quiera elaborar. Una vez
colocados los cinchos en el escurridor nos ponemos a hacer el queso,
habiéndonos lavado bien las manos antes.
La cabrera
Áurea Blanco (88 años)
La cabrera que me ha contado esta forma de hacer el queso en
el chozo es mi madre, que se llama Aurea Blanco. Ahora tiene 88 años y me ha
dicho que cuando tenía 8 años hizo el primer queso de las cabras que tenía su
padre y vivían en un chozo situado en una finca en las sierras de Cabezuela del
Valle. Luego ha estado haciendo queso hasta los 88 años y vendiéndolo
diariamente de las cabras que tenía su hija Margarita hasta que su hija vendió
las cabras. En todo este tiempo nunca ha salido un queso malo ni ha habido
ningún problema sanitario con los mismos. Hoy día muchas personas de El Torno,
echan en falta el queso que hacía Tía Aurea. Ella siempre me ha dicho que el
secreto de hacer buen queso es que las cabras estén muy sanas y muy gordas y
con mucha limpieza en el corral y en la majada donde se hacía el queso.
Pincha en el azul;
No hay comentarios:
Publicar un comentario