lunes, 21 de julio de 2014

La historia del cabrero

                         Convivencia en un chozo de cabreros  
                                          El fuego
El control del fuego era una de las cosas más importantes de la vida en el chozo. En el centro del chozo se hacía la lumbre, o sea el fuego con el que se cocinaban los alimentos y se calentaba el ambiente en época de fríos. En lo alto del interior del chozo se colocaba un hierro con una cadena muy larga que tenía un gancho en la punta, del cual se colgaba el caldero donde se cocían las patatas u otros alimentos. De la cadena también se colgaba el candil de aceite con el que se alumbraba el interior del chozo por las noches. Se colocaba en este sitio porque era el lugar más seguro para tratar de evitar un incendio. En el suelo y alrededor del fuego se ponían los pucheros con agua para calentarla y poder hacer el café o cocer los garbanzos o los chiches.
                                   El cabrero
El chozo era muy importante para el cabrero cuando llegaba por las tardes del pastoreo con las cabras, después de haber pasado días crudos de frío, nieve, lluvia o viento. Llegaba el cabrero al chozo después de haber encerrado las cabras en el corral y haberlas colocado a todas en su sitio, como tienen la costumbre de hacer las cabras. En el chozo esperan al cabrero su familia y después de saludarles la familia le invita al café calentito que tienen preparado, lo cual agradece después de haber pasado un día tan malo. Con ese café se quitará el frío de encima y entrará en calor. Toma el café con un poco de conversación, mientras las cabras descansan cada una en su sitio
                                       Los cacharros




Los cacharros son toda la serie de utensilios que había en el interior del chozo de las tareas propias de los cabreros. A la entrada del chozo y a la derecha se colocan los cacharros del queso, que son, entre otros los siguientes: la romana, que se cuelga de una palanca del chozo con la romana va un paño blanco y un colador que sirve para colar la leche, también va situada la calderilla que sirve para recoger la leche de las cabras cuando se las ordeña, también hay un botijo
Para vaciar la leche ordeñada que se llevaba al chozo en el invierno. Una vez que llega la leche al chozo se la cuela y se vierte en un baño de cinc y se la deja un poco de tiempo hasta que coja la temperatura adecuada.
                                    El queso
                                            Queso de cabra
 Cuando pasa cierto tiempo con el cuajo en la leche, se quita el paño que cubre el baño y con un trozo de paja de escobase va pinchando en la cuajada para saber si ya está toda la leche cuajada. Si ya está toda cuajada, se inicia el proceso de elaborar los quesos... Lo primero que se hace es preparar el escurridor, que es una tabla de madera que termina en triángulo con una escurría en el medio. Encima de la tabla se ponen los cinchos, que son redondos de madera de fresno muy delgada y fina y con agujeros para que salga el suero por ellos. También tienen un palito sujeto con una cuerda para agrandar o achicar el tamaño del cincho de acuerdo con el tamaño del queso que se quiera elaborar. Una vez colocados los cinchos en el escurridor nos ponemos a hacer el queso, habiéndonos lavado bien las manos antes.
                                          La cabrera
                                                     Áurea Blanco (88 años)
La cabrera que me ha contado esta forma de hacer el queso en el chozo es mi madre, que se llama Aurea Blanco. Ahora tiene 88 años y me ha dicho que cuando tenía 8 años hizo el primer queso de las cabras que tenía su padre y vivían en un chozo situado en una finca en las sierras de Cabezuela del Valle. Luego ha estado haciendo queso hasta los 88 años y vendiéndolo diariamente de las cabras que tenía su hija Margarita hasta que su hija vendió las cabras. En todo este tiempo nunca ha salido un queso malo ni ha habido ningún problema sanitario con los mismos. Hoy día muchas personas de El Torno, echan en falta el queso que hacía Tía Aurea. Ella siempre me ha dicho que el secreto de hacer buen queso es que las cabras estén muy sanas y muy gordas y con mucha limpieza en el corral y en la majada donde se hacía el queso.
Pincha en el azul;  

El Cabrero, el canto de la sierra | Videoteca alternativa



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