Hemos perdido el respeto, lo que ha cambiado la vida de aquellos años a los de ahora, algunos jóvenes han perdido los papeles y están quemándose su salud.
Cuando yo era un niño, mis padres me tuvieron que poner a trabajar para poderme alimentar, he estado toda mi vida trabajando. A los 22 años me fui al servicio militar. Me acuerdo que había que desplazarse andando entre seis o siete kilómetros y cuando regresaba a casa tenia que hacerle los mandaos a mí madre porque mi madre tenia que hacer las labores de la casa; era una vida muy dura. Ahora es mas fácil, tenemos más comodidades, como por ejemplo la lavadora, secadora, plancha eléctrica, placa de cocina, antes se lavaba a mano, se usaban planchas de carbón y para guisar con leña o carbón. Antes la luz eléctrica estaba muy poco, había que alumbrarse con una candileja de aceite o con una vela, ahora lo tenemos más favorable y más fácil.
Aprovechó este momento para explicarle a los jóvenes que aprovechen y estudien para que estén preparados para desarrollar cualquier puesto laboral, otro consejo que tiene mucho merito saber respetar para que seamos respetados (Para vivir en democracia hay que ser más sociable, nos queda mucho por aprender).
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